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domingo, 5 de marzo de 2017

Dunkleosteus

Imagen de Jon Kuo: https://www.artstation.com/artist/jonnadon




Nombre: Dunkleosteus (Huesos de Dunkle)
Época: Devónico Tardio (380 - 360 millones de años)
Tamaño: 10 metros.
Localización: Cánada, Estados Unidos, Europa y Marruecos.

El Dunkleosteus era un pez enorme  que llegaba a medir unos 10 metros de longitud y a pesar 4 toneladas.
En el Devónico aparecieron los placodermos,  peces con escamas acorazadas. Estas escamas acorazadas recubrían la cabeza y parte del tórax y servían como protección contra los depredadores. El Dunkleosteus pertenecía a este grupo de peces, su coraza protectora medía más de 5 centímetros de grosor.
En el Devónico abundaban los animales con protección, ya fueran artrópodos, ammonites o los propios placodermos, por tanto, los depredadores evolucionaron para poder “romper” estas protecciones. Entonces surgieron nuevos depredadores como el Dunkleosteus.


El Dunkleosteus había desarrollado unos “falsos dientes”. Estos en realidad eran unas placas dentales que se habían desarrollado a partir de su coraza y estaban muy afilados, encajaban perfectamente entre sí, como si fueran unas tijeras, la misma acción de unir las mandíbulas mantenía los dientes afilados. A simple viste parece que estas placas dentales fueron dientes primitivos, pero no lo son, estaban pensadas para cortar y no para masticar. A diferencia de otros depredadores cuyos dientes se usaban para desgarrar como el Tyrannosaurus, el Dunkleosteus cortaba a su presa. Esto lo lograba también gracias a su poderosa mordedura.
Una investigación minuciosa de los fósiles encontrados de la cabeza acorazada de la especie Dunkleosteus terrelli, hizo posible recrear la musculatura del animal. Al crear un modelo informático se mostró la fuerza de la mordida del gran pez: unas 5 toneladas de fuerza, el triple de la fuerza del tiburón blanco. Pero el estudio mostró algo sorprendente, la rapidez de apertura de su mandíbula. El Dunkleosteus podía abrir su mandíbula muy rápido, en sólo una décima de segundo. La gran rapidez de apertura provocaba algo inesperado, la subducción. Cuando perseguía a su presa y se colocaba cerca de ella, el gigantesco depredador abría su enorme mandíbula tan rápidamente que provocaba la subducción de la víctima hacia su boca, para luego cerrarla y partir en dos a su presa. El Dunkleosteus era un maestro del desmembramiento.
Por todo esto, este gran pez acorazado era un superdepredador, estaba al tope en la cadena trófica en su ecosistema, no había ningún animal que  se le resistiera en las aguas del Devónico, nada que este pez no pudiera destrozar de una dentellada, incluso otros Dunkleosteus llegaban a convertirse en víctimas.
Como se comentó al principio, en los mares del Devónico vivían animales con protección como los peces acorazados. Se piensa que el Dunkleosteus para expulsar las partes más indigestas de sus víctimas, regurgitaba los restos acorazados de estas.  De este comportamiento existen fósiles que dan validez a esta idea, encontrándose restos de huesos semi-digeridos y poco masticados de otros peces junto a fósiles del gran depredador.
Lamentablemente sólo se han encontrado fósiles de la coraza craneal del Dunkleosteus. La reconstrucción de su cuerpo se debe gracias a los fósiles de placodermos parecidos.
La gran extinción del Devónico-Carbonífero supuso el fin para este gran depredador.
 

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