Descubre a las fascinantes criaturas que habitaron el mundo mucho antes que nosotros.
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domingo, 26 de marzo de 2017

Meganeura





Nombre: Meganeura (Grandes Nervios, debido a los nervios de sus alas)
Época: Carbonífero Superior (Hace 300 millones de años)
Tamaño: 1 metro de longitud. 75 centímetros de envergadura.
Localización: Europa

El Meganeura era una libélula monstruosa. La reina de los cielos carboníferos.
Con una envergadura en sus alas de casi 1 metro, tenía el tamaño de un águila. Es la mayor especie conocida de insecto que jamás ha existido en la Tierra. Se piensa que su gran tamaño fue provocado por la atmósfera superoxigenada del período Carbonífero. En aquel período grandes bosques pantanosos liberaban oxígeno a la atmósfera lo que provocó un aumento en los niveles de oxígeno, llegando a ser un 35 % de la composición en la atmósfera carbonífera y no un 21% como en la actual. Los insectos tienen un tamaño limitado por la cantidad de oxígeno que pueden respirar  y, al haber mucho más oxígeno en dicho período, provocó un aumento del tamaño de los insectos, como por ejemplo en las libélulas, como el Meganeura.
El Meganeura eran un insecto depredador que se alimentaban de otros insectos e incluso de pequeños anfibios y reptiles. Volaba a gran velocidad por encima de sus presas y gracias a una gran visión provocada por unos ojos grandes y compuestos, localizaba a su presa y la atrapaba con sus patas. Además, una fuerte mandíbula provocaba grandes mordiscos.
A finales del período Carbonífero los grandes bosques fueron mermando por culpa del descenso de las temperaturas y los niveles de oxígeno decayeron, lo que provocó la extinción de los grandes insectos como el Meganeura.


El Meganeura comparado con una persona de 1,80 metros.

domingo, 19 de marzo de 2017

El Período Carbonífero




El Carbonífero es un período de la Tierra que comenzó hace 360 millones de años y finalizó hace 300. Debe su nombre a enormes depósitos de carbón que se produjeron en esa era.
La Tierra era muy diferente a como es hoy, en el norte estaba el continente de Siberia, en el medio el supercontinente de Euramérica (la unión de Europa y América del Norte), y al sur el enorme continente de Gondwana.
Durante este período hubo mucha actividad tectónica, ya que los continentes empezaron a reunirse para crear a finales de la era el gran contiene de Pangea.
Al principio del Carbonífero las temperaturas fueron cálidas y húmedas permitiendo que inmensos bosques pantanosos se expandieran. Pero el gran continente de Gondwana fue moviéndose hacia el sur lo que provocó su glaciación que duraría todo el período. Está glaciación provocó un cambio en las temperaturas tornándose más secas, aun así, en los trópicos los grandes bosques pantanosos continuaron sin verse afectados hasta el final del Carbonífero donde empezaron a mermar.
En todo el período grandes bosques pantanosos se extendían por los continentes, en ellos habitaban árboles gigantescos de más de 40 metros, como el Lepidodendron. Gracias a los depósitos orgánicos de los restos vegetales de estos bosques se producirían los mayores depósitos de carbón, que hoy día seguimos quemando.
Estos grandes bosques provocaron un bombardeo masivo de oxígeno a la atmósfera carbonífera cuyo porcentaje sería mayor que en la atmósfera actual, siendo de un 35% y no de un 21% como en la actual. Esta atmósfera rica en oxígeno propició el aumento del tamaño de los insectos y artrópodos, cuyos tamaños están limitados por la cantidad de aire que son capaces respirar. Grandes insectos y artrópodos habitaron en el Carbonífero como la gran libélula, Meganeura tan grande como un halcón, o ciempiés gigantes de la longitud de un coche como el Arthropleura. Pero esta atmósfera hiperoxigenada que había contribuido al crecimiento de los insectos y artrópodos era muy volátil, una tormenta eléctrica podría haber provocado grandes explosiones e incendios.


El Carbonífero fue la época de los anfibios, que se expandieron por todos los continentes. Tuvieron muchas formas y tamaños diversos, aunque generalmente tenían forma como de cocodrilo y un modo de vida similar. Algunos de estos anfibios con el fin de conquistar la tierra y no verse tan ligados al agua, desarrollaron pieles duras y escamosas para poder aguantar más tiempo fuera de ella.  Pero no era suficiente para poder desligarse del agua, ya que debían de depositar sus huevos en ella. Para evitar ese problema, los anfibios evolucionaron en seres amnióticos, es decir, eran capaces de producir huevos con cáscara para proteger al embrión y retener los fluidos, al mismo tiempo que permitía la entrada del oxígeno.
Más adelante surgieron los primeros reptiles, cuyas primeras formas eran parecidas a los lagartos actuales.

domingo, 12 de marzo de 2017

Stethacanthus




Nombre: Stethacanthus
Época: Devónico Tardío (385 millones de años). Hasta el Carbonífero Inferior (320 millones de años).
Tamaño: 70 centímetros.
Localización: Europa y Norteamérica.

El Stethacanthus era un primitivo tiburón que apareció en el Devónico Superior y se extinguió en el Carbonífero Inferior.
Este extraño tiburón era pequeño,  con una longitud media de unos 70 centímetros.
A pesar de ser de una época tan antigua, el Stethacanthus  ya era similar a los tiburones de hoy día, pudiéndose reconocer fácilmente como tiburón. Lo más representativo es su extrañísima aleta dorsal sobre el lomo, por esta aleta algunos le llaman “el tiburón tabla de planchar”. Solo los machos tenían esa aleta tan curiosa que se piensa que servía para el apareamiento, para atraer a las hembras o incluso en peleas de cortejo. 


La zona superior de esa aleta y la parte superior de la cabeza del tiburón estaban recubiertas por unas espinas, esas espinas eran una versión ampliada de los dentículos dérmicos que se encuentran en la piel de los tiburones actuales. Su función era crear una barrera en contra del agua para facilitar el nado, permitiendo al tiburón nadar en silencio para no ser detectado por las presas.
A parte de esa extraña aleta, dos espinas sobresalían hacia abajo desde las aletas pectorales, pero se desconoce su función.
Se piensa que el Stethacanthus vivía en aguas costeras alimentándose de pequeños peces y cefalópodos.

Persona de un metro y ochenta centímetros comparado con el Stethacanthus.
Imagen de: http://www.prehistoric-wildlife.com/

domingo, 5 de marzo de 2017

Dunkleosteus

Imagen de Jon Kuo: https://www.artstation.com/artist/jonnadon




Nombre: Dunkleosteus (Huesos de Dunkle)
Época: Devónico Tardio (380 - 360 millones de años)
Tamaño: 10 metros.
Localización: Cánada, Estados Unidos, Europa y Marruecos.

El Dunkleosteus era un pez enorme  que llegaba a medir unos 10 metros de longitud y a pesar 4 toneladas.
En el Devónico aparecieron los placodermos,  peces con escamas acorazadas. Estas escamas acorazadas recubrían la cabeza y parte del tórax y servían como protección contra los depredadores. El Dunkleosteus pertenecía a este grupo de peces, su coraza protectora medía más de 5 centímetros de grosor.
En el Devónico abundaban los animales con protección, ya fueran artrópodos, ammonites o los propios placodermos, por tanto, los depredadores evolucionaron para poder “romper” estas protecciones. Entonces surgieron nuevos depredadores como el Dunkleosteus.


El Dunkleosteus había desarrollado unos “falsos dientes”. Estos en realidad eran unas placas dentales que se habían desarrollado a partir de su coraza y estaban muy afilados, encajaban perfectamente entre sí, como si fueran unas tijeras, la misma acción de unir las mandíbulas mantenía los dientes afilados. A simple viste parece que estas placas dentales fueron dientes primitivos, pero no lo son, estaban pensadas para cortar y no para masticar. A diferencia de otros depredadores cuyos dientes se usaban para desgarrar como el Tyrannosaurus, el Dunkleosteus cortaba a su presa. Esto lo lograba también gracias a su poderosa mordedura.
Una investigación minuciosa de los fósiles encontrados de la cabeza acorazada de la especie Dunkleosteus terrelli, hizo posible recrear la musculatura del animal. Al crear un modelo informático se mostró la fuerza de la mordida del gran pez: unas 5 toneladas de fuerza, el triple de la fuerza del tiburón blanco. Pero el estudio mostró algo sorprendente, la rapidez de apertura de su mandíbula. El Dunkleosteus podía abrir su mandíbula muy rápido, en sólo una décima de segundo. La gran rapidez de apertura provocaba algo inesperado, la subducción. Cuando perseguía a su presa y se colocaba cerca de ella, el gigantesco depredador abría su enorme mandíbula tan rápidamente que provocaba la subducción de la víctima hacia su boca, para luego cerrarla y partir en dos a su presa. El Dunkleosteus era un maestro del desmembramiento.
Por todo esto, este gran pez acorazado era un superdepredador, estaba al tope en la cadena trófica en su ecosistema, no había ningún animal que  se le resistiera en las aguas del Devónico, nada que este pez no pudiera destrozar de una dentellada, incluso otros Dunkleosteus llegaban a convertirse en víctimas.
Como se comentó al principio, en los mares del Devónico vivían animales con protección como los peces acorazados. Se piensa que el Dunkleosteus para expulsar las partes más indigestas de sus víctimas, regurgitaba los restos acorazados de estas.  De este comportamiento existen fósiles que dan validez a esta idea, encontrándose restos de huesos semi-digeridos y poco masticados de otros peces junto a fósiles del gran depredador.
Lamentablemente sólo se han encontrado fósiles de la coraza craneal del Dunkleosteus. La reconstrucción de su cuerpo se debe gracias a los fósiles de placodermos parecidos.
La gran extinción del Devónico-Carbonífero supuso el fin para este gran depredador.