Descubre a las fascinantes criaturas que habitaron el mundo mucho antes que nosotros.
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domingo, 26 de febrero de 2017

Ammonites




Nombre: Ammonites
Época: Devónico Medio. Hace 400 millones de años. Hasta el Cretácico Superior. Hace 65 millones de años
Tamaño: Diversos
Localización: Todo el mundo.

Los Ammonites eran unos moluscos cefalópodos parientes de los pulpos y calamares.
Aparecieron en el Devónico Medio, hace unos 400 millones de años y se difundieron por todo el mundo rápidamente.
Sobrevivieron durante muchos millones de años, pudiendo resistir a la mayor extinción de todos los tiempos, la extinción del Pérmico-Triásico. Aun así, se extinguieron hace 65 millones de años con la extinción del final del Cretácico, la misma que extinguió a los dinosaurios.
Los Ammonites se caracterizaban por tener una concha dura, generalmente enrollada en una espiral plana. Esta podía estar ornamentada con costillas, protuberancias o espinas o simplemente ser lisas. Era bastante resistente y la usaban para defenderse de los peligrosos depredadores con los que tuvieron que convivir.
Gracias a su difusión por todo el mundo y a la “fácil” fosilización de la concha dura, los fósiles de Ammonites son usados como fósiles guías, es decir, al encontrar un espécimen fosilizado e identificar al animal, se puede datar  el período de las rocas donde fue hallado. Esta es una técnica que ha sido muy útil para los paleontólogos.


La concha no solo era usada por el animal como protección. También la usaba para controlar su flotabilidad. La concha estaba dividida en varias cámaras: la primera cámara era la más grande, llamada cámara habitación, donde se localizaban las partes blandas del animal. El resto de cámaras estaban llenas de gas. El Ammonite,  gracias a su sifón, podía regular la cantidad de gas de las cámaras y controlar su flotabilidad. Esta función era muy útil para regular su posición, pero impedía que el animal viviera en aguas profundas, ya que el cambió de presión provocaría la explosión del sifón.
La parte blanda del Ammonite, su cuerpo, se desconoce, ya que esta parte no se fosiliza. Se supone que era como el calamar o el pulpo, un cefalópodo depredador que usaba sus tentáculos para atrapar peces y crustáceos y dirigirlos hacia su pico para devorarlos.
Hoy en día tenemos un animal muy similar: el nautilus.

Nautilus
El tamaño de los Ammonites es muy variado. Se han encontrado desde especímenes que tienen unos pocos milímetros de diámetro hasta enormes ejemplares con más de 2 metros de diámetro.
Los ejemplares más grandes pertenecen a un género llamado Parapuzosia. Estos Ammonites pudieron ser gigantescos: las sobreestimaciones nos indican animales de más de 3 metros de diámetro y más de 1 tonelada de peso. Estos gigantes vivieron en el Cretácico Tardío en los mares europeos y americanos.


En la imagen podemos ver a dos especies de Parapuzosia: P. Bradyi la primera a la izquierda. Y la sobreestimación y la menor estimación de tamaño del P. Seppenradensis.




domingo, 19 de febrero de 2017

Hyneria




Nombre: Hyneria (De Hyner).
Época: Devónico Tardío. Hace 360 millones de años.
Tamaño: 3-4 metros de longitud.
Localización: Pensilvania (Estados Unidos).

La Hyneria era un gran pez carnívoro que pesaba más de 1 tonelada y llegaba a medir hasta 4 metros.
Tenía unas potentes mandíbulas y dientes muy afilados, y podía nadar bastante rápido, convirtiéndole en un depredador letal. Además poseía una buena vista, y un olfato agudo que utilizaba para detectar presas, como peces o anfibios.
La Hyneria pertenecía al grupo de peces con aletas lobuladas. Estos tenían las bases de las aletas gruesas y fuertes, con las cuales podían ejercer bastante fuerza. Por ello se ha especulado que la Hyneria era capaz adentrarse en tierra firme cazando como una orca a una foca. 



miércoles, 15 de febrero de 2017

Hynerpeton




Nombre: Hynerpeton (Reptil de Hyner, lugar donde fue encontrado)
Época: Devónico Tardío. Hace 360 millones de años.
Tamaño: Hasta 1,5 metros de longitud.
Localización: Pensilvania (Estados Unidos)

El Hynerpeton medía más de 1 metro y medio, mucho más largo que la mayoría de los anfibios actuales.
En el Devónico, las plantas se convirtieron en árboles, y sin ningún depredador herbívoro, se expandieron formando amplios bosques que bombeaban oxígeno a la atmósfera. El Hynerpeton desarrolló unos pulmones complejos para aprovechar este nuevo oxígeno. Sus pulmones tenían forma de bolsa, como los nuestros, y respiraba igual que nosotros, inhalando y exhalando aire para proporcionar más oxígeno a su sangre.
Pero a pesar de poder respirar fuera del agua, el Hynerpeton seguía ligado a ella. Su piel era mucho más fina que la nuestra y se secaba en apenas unos minutos, por lo que debía mantenerla humedecida. Además sus huevas eran blandas, y sus crías nacían con branquias, no con pulmones, así que debían de ser depositadas en el agua.

domingo, 12 de febrero de 2017

El Período Devónico





El Devónico debe su nombre al lugar donde se llevaron a cabo las primeras investigaciones sobre las rocas de dicho período. Investigaciones realizadas en Devon (Inglaterra).
Hace 420 millones de años empezó el período Devónico. La Tierra era muy diferente a la actual. Al norte estaba situado el continente Siberia, en el medio el supercontinente de Euramérica (la unión de la colisión de Laurentia y Báltica), y al sur Gondwana.
Durante  la mayor parte del período Devónico en tierra firme sólo nos encontraríamos con insectos, artrópodos, miriápodos y parecidos. Habría que esperar a finales de dicho período para ver los primeros vertebrados sobre tierra.
Pero en los océanos, era muy diferente. Los peces proliferaban por los amplios océanos y arrecifes de aquella época, es la Edad de los Peces.
Placodermo
Los más extraños eran los peces con protección ósea, los placodermos. Estos peces tenían cubierta la parte superior del cuerpo y la cabeza con una coraza protectora muy dura. 
Los placodermos fueron los primeros peces en desarrollar mandíbulas, pasando a convertirse de presas a depredadores.
En esta era aparecieron por primera vez los peces cartilaginosos, estos se caracterizan por desarrollar un esqueleto cartilaginoso. En la actualidad todavía perduran: son los tiburones, rayas, etc.
Otro tipo de pez que dio a la luz en el Devónico fueron los peces con aletas lobuladas. Estos peces fueron muy importantes para la evolución porque de ellos evolucionarían los primeros anfibios. Lo que convierte a estos peces en los antepasados de todos los vertebrados terrestres. Se caracterizaban por tener la base de las aletas gruesas y carnosas, permitiéndoles ejercer bastante fuerza con ellas.
También aparecieron un grupo de moluscos muy conocidos, los ammonites, emparentados con los pulpos y los calamares.
Y al final de esta época, aparecieron los primeros anfibios. Estos respiraban a través de unos sencillos pulmones y de su piel. Al principio sus patas no estaban muy desarrolladas por lo que debían de pasar la mayor parte del tiempo en el agua. Sólo salían a tierra firme para escapar de la atención de los peces depredadores.
Sobre tierra firme las plantas evolucionaron, desarrollando un tallo con una estructura fuerte y leñosa capaz de soportar ramas con hojas. Gracias a ello, y a la no depredación,  las plantas tenían vía libre para conquistar toda la tierra, contribuyendo a la formación de los primeros bosques. Al final del Devónico aparecieron los primeros helechos y plantas con semillas.



La Extinción Devónico-Carbonífero

Al final del período Devónico hubo una extinción masiva que acabaría con el 75% de las especies.
Está extinción masiva no fue rápida, sino que se prolongó durante miles de años.  Más bien fue una serie de extinciones. Hay algunas hipótesis que explican la extinción del Devónico. Una bastante convincente nos  expone que la extinción fue provocada por una pluma del manto, un mar de magma que asciende poco a poco del manto hasta la superficie por motivos que desconocemos. Ésta, en concreto, contenía más de dos millones kilómetros cúbicos de roca líquida, lo suficiente para provocar una extinción masiva en todo el planeta.
La pluma rompería por primera vez en el lecho marino de Siberia, el continente más al norte del Devónico. Surgirían chorros de gas ardiendo y magma y se producirían grandes terremotos, destruyendo los arrecifes y matando a millones de animales. Aparte, los gases tóxicos contaminarían las aguas, extendiéndose por varios miles de kilómetros, matando al fitoplancton, el alimento principal de las criaturas de los océanos.  La pérdida del alimento principal y la subida de las temperaturas provocaron una gran extinción de animales marinos.
 Esta situación duró miles de años, y por si fuera poco un aliado inesperado se unió a la extinción, la flora. Los bosques, que aparecieron por primera vez en este período, crecieron sin control por todos los continentes, creando la primera capa de suelo fértil de la historia. Al llover, ésta capa se erosionaría y precipitaría en el mar, contribuyendo al crecimiento desmesurado de las algas que consumirían el oxígeno disponible de la zona, asfixiando a los animales.
Después  750.000 años, la pluma del manto rompería en tierra firme provocando un gran vulcanismo y creando en la atmósfera una capa de polvo y ceniza.  Está capa cubriría la Tierra, reflejando los rayos del sol y provocando una era glaciar, que sería el último acto de la extinción masiva.
Tras 1,5 millones de años después del comienzo de la extinción, terminó la era glaciar y la pluma del manto se consumió, provocando la extinción del 75% de la especies.